Barcelona, Pasión y Locura

Era muy temprano por la mañana, las 10:00 para ser exacto, las puertas del Estadio ya estaban llenas de personas fervientes que habían madrugado para adquirir su entrada. Se podía sentir, casi oler la pasión del barcelonista esperando ver en acción a su equipo en la cancha. Pasada algunas horas, llegando al medio día, el sol comenzó a brillar con mayor fuerza, seguramente porque Barcelona imponía su grandeza.

A pesar del tenaz calor que pegaba en aquella jornada, el entusiasmo de los asistentes no disminuyó, se mantuvo intacto durante toda la algarabía de aquella tarde de locura, algunos comenzaron a comprar botellas con agua helada e incluso a mojarse unos a otros para refrescarse y también para divertirse.
  

Inició el primer tiempo. El silbato del árbitro sonó  y los jugadores de ambos equipos Barcelona y Nacional con ánimos salían al terreno de juego. Los gritos de entusiasmo de los aficionados barcelonistas no se hicieron esperar. Las olas hechas por todos. Los cánticos de la sur Oscura. Los saltos de emoción cada vez que su equipo estaba cerca de anotar el tan esperado y ansiado gol, era muestra de que la fiesta había empezado.
  

El medio tiempo estuvo lleno de festejos, pláticas, gritos y cantos llenos de pasión y locura. Hasta que el  silbato del segundo tiempo llegó, era hora de ver nuevamente a los once amarillos en el campo de juego.  Todas las almas unidas, a la expectativa de que su querido y amado equipo les proporcionara el primer tanto.  

Los  aficionados toreros, jóvenes, niños y adultos; enardecían cada vez que el equipo contrario se avecinaba a su portería, pero el gol nunca llegó. Fueron los canarios que contundentemente con un gol de Damián “el Kitu” Díaz daba emoción y énfasis al partido. Así, llegó el minuto 45, final del juego, el silbato sonó y  el marcador en la pantalla gigante del estadio dejaba ver el resultado del partido, que aunque no era el  famoso 5-0, le daba la victoria con un 1-0, la afición del equipo local festejó grandiosamente en el glorioso Monumental.   

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